Nota del Editor: Valeria con un grupo de scouts (por lo menos 10) vinieron a mi casa para exponer la grave situación que atravesaban y con que propiedad y madurez exponían sus puntos de vista y enumeraban el sinnúmero de actos contra la las buenas costumbres, atropellos y las faltas contra la Ley y la Promesa Scout que el entonces, Jefe de Grupo, Santiago Saco venía cometiendo valiéndose de su cargo de Comisionado Nacional de Gestión Institucional de la Asociación de Scouts de Perú.
Las protestas de los scouts y de los padres de familia, no fueron escuchadas por el consejo directivo nacional, presidido por Claudio Iparraguirre.
La misma jefatura nacional llevó un camión para retirar las pertenencias del Grupo Scout Lince 40. Se llevaron todas las pertenencias y los recuerdos de 49 años (aquí fotos de ese atropello).
En esas circunstancias vinieron a conversar con el suscrito (las chicas y chicos) y publicamos en Logros y Metas todas las irreflexivas acciones que Santiago Saco, cometieron en contra de los scouts.
Los padres de familia acompañaron todo el tiempo a sus hijos e hijas. Un caso inaudito, suspendieron al Jefe de Tropa, un distinguido profesional, por tres meses, ¿cuál fue su falta para la sanción? No estar de acuerdo con las injusticias y atropellos que el Jefe de Grupo venía cometiendo.
El Jefe de Grupo, bajo la protección de la jefatura nacional dirigida por Rosario Bruiget y por el consejo directivo nacional bajo las órdenes de Claudio Iparraguirre, siguió mofándose de la protesta de los padres de familia, de los buenos dirigentes y lamentablemente hizo caso omiso de los propios scouts. ¿Qué ejemplo estaba dando a los muchachos y muchachas?
Hace unos días nos enteramos que el mal llamado Jefe de Grupo tenía una sentencia en Cañete. Ahí está la explicación de su conducta. Se equivoco de lugar.
Nota de Valeria ¡qué bien escribe! “Quiero, y más que nunca, ser scout toda mi vida”.
Había sido tiempo de incertidumbre con respecto al futuro de nuestra historia scout, desde hacia tantos años, en quién sabe cuántas memorias, Lince 40 había sido un Grupo sólido y con trayectoria, scout con ascendencia y descendencia, familia tras familia, ha vuelto el jefe de mis queridos jefes, y ahora es jefe de mi grupo.
No puedo, hasta hoy, relatar sin emocionarme el deseo que tuve de tener un Grupo sano, lleno de buenas intenciones, que forme seres humanos, que ejerzan como ciudadanos, padres, presidentes y demás líderes que luchen y no dejan morir ideales y que se sientan vivos, sin perder al niño interior que aún le emociona cantar al alrededor de la fogata.
Hoy me sé como parte de un grupo que sobrevivió a la cuarentena, que mis hermanos scouts, hoy de mi Grupo, levantaron la voz ante lo que consideraban injusto, que buscaron una solución, ese Grupo en cuarentena que curó y resurgió. La reunión de aniversario fue un contraste entre el pasado y el futuro de generaciones, que aún es presente.
Nos sentimos a salvo, los jóvenes, porque tenemos a los lobos viejos como sabios brahmanes protectores, que nos acompañan.
Quiero algún día tener ese amor que al Grupo le honran, que los mantiene vivos, que los mantiene lobatos, scouts, caminantes y rovers, que fuimos, somos y seremos, el increíble sentimiento al ver la pañoleta bien portada como en una y tantas ceremonias de investidura, esta fue una renovación de promesa al grupo, a su mero significado en nuestras vidas, al amor, a la paz, a sus años, a su historia, a la verdadera Lince 40.
Quiero, y más que nunca, ser scout toda mi vida.
Valeria
Tomado de Logros y Metas Nº 747
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