jueves, 17 de abril de 2008

Lo que Forbes tiene que decir sobre la honestidad

No me considero un devoto de la filosofía de vida que pregonan las revistas tipo Forbes, pero hay que reconocer que el pragmatismo con el que enfrentan problemas de la vida diaria es admirable.

Yo recuerdo que antes parte de la Ley Scout era que uno debía aspirar a cifrar su honor en ser digno de confianza. Ahora es simplemente que uno sea honesto. No sé en el fondo a qué se habrá debido el cambio, pero seamos sinceros: ¿Cuántas veces han escuchado las clásicas frases "yo nunca me comprometí a eso", "yo nunca dije eso", "te estás confundiendo", "ya pagué todos los arbitrios así que no hay peligro de embargo" o frases similares? Y claro, uno sabe que la otra persona está mintiendo abiertamente, pero no lo puede probar. Porque tampoco es nuestro lugar hacerlo. Pero de todas maneras genera frustración saber que alguien está mintiendo y que está recibiendo el apoyo de otra gente incauta que no reconoció la mentira.

Por eso me llamó la atención este artículo de Forbes, llamado Ten Ways To Sniff Out A Liar (en castellano: Diez maneras de descubrir a un mentiroso). Son consejos prácticos, como que los mentirosos usan menos la palabra "yo" para distanciarse sicológicamente de la mentira o que los movimientos de las manos de los mentirosos no van con el ritmo de lo que se está diciendo.

También están los clásicos tips: los mentirosos evitan mirar a los ojos, los mentirosos tienden a ponerse nerviosos, etc. De hecho, según el artículo la condición humana dicta que a una persona sana normal no le guste mentir, por lo que si alguien miente sonriendo es que probablemente se trate de un caso clínico psiquiátrico.

Después está la Técnica Reid, diseñada en Estados Unidos para los procesos de interrogación. Se trata de nueve pasos para lograr que un mentiroso se termine contradiciendo. Y es que si una persona cambia de posición constantemente (digamos, primero apoyando una reforma, después quitándole su apoyo y después apoyándola nuevamente), lo más probable es que sea un mentiroso y haya que desconfiar de él.

En ese sentido, hay que recordar la frase célebre: "Fool me once, shame on you. Fool me twice, shame on me". (En castellano: "Me engañas una vez, vergüenza para ti. Me engañas dos veces, la vergüenza es para mí").

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