Por: Miguel Velaochaga
Allá lejos, hace tiempo en un país llamado Perú, existía una clase especial de Scouter, ellos eran pocos, muy respetables y muy destacados se les llamaba Insignias de Madera y como su nombre lo dice eran de muy buena madera, eran superiores a otros Scouters en algún aspecto: por su trayectoria, experiencia, conocimientos, por su destacada labor en bien del Escultismo, hoy lamentablemente casi extintos han sido relegados por una nueva casta que se hacen llamar IM.
No quiero ofender a nadie ni englobar en un mismo concepto a todos los Insignia de Madera dentro de los cuales todavía algunos de esta índoles son I.M pero tal como han mencionado algunos Scouters de acá y de allá en conversaciones, pareciera que las I.M se rifan, sortean, te las pones o regalan en algunos lugares.... Y esto causa no solo dolor sino también desazón e incertidumbre ya que emiten experiencias muy equivocadas, conceptos errados de los que debería ser un I.M entiendo que esta clase especial de Scouters deben ser una mención honorifica, por tanto no solo hay que tener conocimientos (que es importante tenerlos) sino se refiere a un conjunto de cualidades que debe tener el personaje que se digne a ostentar I.M (disciplina, organización, respetar la Promesa y Ley Scout).
En esta época, como siempre un I.M, debe destacar por sus acciones que vayan encaminadas a la difusión, a la enseñanza, a la tutoría de las nuevas generación, cómo un I.M debes ser capaz de trasmitir tu propia experiencia, para el empoderamiento del Escultismo en nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes que tanta falta le hace a nuestra nación sea cual fuera la Asociación a la cual pertenezcan, con mejoramiento de los cursos, servicio a la comunidad, en definitiva, ser un ejemplo a seguir.
Creo que cada Scouter de Perú que sea o desee ostentar la INSIGNIA DE MADERA, debe reflexionar en profundidad si es o no es merecedor de ella.
En el fondo de nuestros corazones lo humanos sabemos si lo que estamos haciendo es correcto o no lo es, No importa que tu asociación te lo permita, más allá de ella existe un asunto que se llama CONCIENCIA y otra que se llama ÉTICA y a ellas les debemos fidelidad.
Si escuchamos a nuestra conciencia y somos fieles a los principios éticos, entonces y solo tal
vez podamos ser Insignias de Madera. Repito aquí la frase de un viejo Scouter:
“La Pañoleta y nudo de Gilwell no te da prestigio como I.M es este que con sus actos prestigia
a la INSIGNIA DE MADERA”.
Tomado de Logros y Metas Nº 636
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