SORPRESAS DE LA VIDA
Cuando iniciamos nuestra vida, en el vientre de nuestra Madre, qué felicidad, qué tranquilidad, qué paz; que muchas veces no quisiéramos salir de ella, porque la verdad, todo lo tenemos; tenemos amor de Madre, tenemos alimento, tenemos todo el cariño de nuestra Madre, ella muy inteligente se cuida y nos cuida mientras estamos en su vientre, con todos los detalles del mundo. Si mi Madre, antes de traerme a éste mundo, me hubiera preguntado si quería salir de su vientre, les aseguro que le hubiera respondido, que no, pero, ¿quiénes somos nosotros para ir contra la propia naturaleza del ser humano? O ¿contra los designios y los planes de Dios?, lamentablemente no somos nada, ni nadie para ir contra lo establecido por la ley de la vida.
Pero aquí estamos, nacimos, crecimos, y hoy, ya adultos, gozando de las maravillas que nos da la vida. Si cada uno de nosotros nos pusiéramos a reflexionar, por un instante, sobre nuestra vida, les aseguro que nos encontraríamos con grandes sorpresas, unas, agradables que muchas veces las guardamos por mucho tiempo, recordando y recordándolas por siempre; otras, desagradables que nos causa dolor, pena, angustia, ingratitud y muchas veces nos preguntamos ¿por qué esto? ¿por qué tiene que sucederme a mí? ¿qué está pasando?, y claro no es para menos.
Pasando a mi propia realidad y en el seno del grupo que le he puesto todo el cariño del mundo desde que lo iniciamos en 1984, nunca jamás ha pasado lo que viene ocurriendo, en estos momentos, y que tengo la obligación y el deber de hacerlo conocer por los cuatro vientos, aunque se trate del grupo, del que más quiere uno, para que ustedes, mis queridos lectores, saquen sus propias conclusiones y al final, deduzcan quién o quiénes quieren la destrucción, el caos en el Movimiento Scout.
Luego de la renuncia de dos hermanos scouts, de nuestro grupo y que diéramos cuenta, en el número anterior, ahora se suman cuatro dirigentes más, entre ellos, el Jefe de Grupo, por discrepancias con el suscrito, al igual que los otros tres dirigentes. Pero aquí viene la sorpresa grande de la vida, justo los cuatro dirigentes, son personas que tienen años gozando y madurando en el grupo, con una lealtad única y que han participado, con un desprendimiento incansable, con todos los proyectos que el grupo venía desplegando, en todos estos largos y hermosos 27 años, ahora, para ellos, los proyectos que se vienen realizando a favor de los que menos tienen, son muchos y que los niños se aburren. ¿Será cierto, todo esto? ¿Habrá nacido de ellos éstas tremendas aberraciones? ¿A caso cuándo ellos eran niños, adolescentes o jóvenes, en su momento, no participaban con enorme cariño por los que menos tienen? O ¿Sus Padres no se sentían orgullosos de lo que venían haciendo? ¿Por qué ahora, ya resultan demasiadas campañas?, la verdad mis amigos lectores, no comprendemos qué es lo que viene pasando.
Todo lo que viene ocurriendo, en éste momento, con nuestro Grupo Scout, es algo sorprendente y desleal a los principios por los cuales hemos venido y estamos en este mundo y por lo que siempre nos recomendó el fundador B.P. y los grandes dirigentes que nos formaron “Hagan siempre su buena acción cada día” y tenemos que seguir haciéndolo, no por capricho nuestro o del vecino, no, solamente porque nuestra propia conciencia nos dicta y porque tenemos principios sublimes como personas y hombres, de dejar éste mundo en mejores condiciones en las que lo hemos encontrado.
Si estamos equivocados, perdón nuevamente, pero si estamos en la razón, que sea Dios quien juzgue nuestras acciones.
Pero aquí estamos, nacimos, crecimos, y hoy, ya adultos, gozando de las maravillas que nos da la vida. Si cada uno de nosotros nos pusiéramos a reflexionar, por un instante, sobre nuestra vida, les aseguro que nos encontraríamos con grandes sorpresas, unas, agradables que muchas veces las guardamos por mucho tiempo, recordando y recordándolas por siempre; otras, desagradables que nos causa dolor, pena, angustia, ingratitud y muchas veces nos preguntamos ¿por qué esto? ¿por qué tiene que sucederme a mí? ¿qué está pasando?, y claro no es para menos.
Pasando a mi propia realidad y en el seno del grupo que le he puesto todo el cariño del mundo desde que lo iniciamos en 1984, nunca jamás ha pasado lo que viene ocurriendo, en estos momentos, y que tengo la obligación y el deber de hacerlo conocer por los cuatro vientos, aunque se trate del grupo, del que más quiere uno, para que ustedes, mis queridos lectores, saquen sus propias conclusiones y al final, deduzcan quién o quiénes quieren la destrucción, el caos en el Movimiento Scout.
Luego de la renuncia de dos hermanos scouts, de nuestro grupo y que diéramos cuenta, en el número anterior, ahora se suman cuatro dirigentes más, entre ellos, el Jefe de Grupo, por discrepancias con el suscrito, al igual que los otros tres dirigentes. Pero aquí viene la sorpresa grande de la vida, justo los cuatro dirigentes, son personas que tienen años gozando y madurando en el grupo, con una lealtad única y que han participado, con un desprendimiento incansable, con todos los proyectos que el grupo venía desplegando, en todos estos largos y hermosos 27 años, ahora, para ellos, los proyectos que se vienen realizando a favor de los que menos tienen, son muchos y que los niños se aburren. ¿Será cierto, todo esto? ¿Habrá nacido de ellos éstas tremendas aberraciones? ¿A caso cuándo ellos eran niños, adolescentes o jóvenes, en su momento, no participaban con enorme cariño por los que menos tienen? O ¿Sus Padres no se sentían orgullosos de lo que venían haciendo? ¿Por qué ahora, ya resultan demasiadas campañas?, la verdad mis amigos lectores, no comprendemos qué es lo que viene pasando.
Todo lo que viene ocurriendo, en éste momento, con nuestro Grupo Scout, es algo sorprendente y desleal a los principios por los cuales hemos venido y estamos en este mundo y por lo que siempre nos recomendó el fundador B.P. y los grandes dirigentes que nos formaron “Hagan siempre su buena acción cada día” y tenemos que seguir haciéndolo, no por capricho nuestro o del vecino, no, solamente porque nuestra propia conciencia nos dicta y porque tenemos principios sublimes como personas y hombres, de dejar éste mundo en mejores condiciones en las que lo hemos encontrado.
Si estamos equivocados, perdón nuevamente, pero si estamos en la razón, que sea Dios quien juzgue nuestras acciones.
César Orrego Calderón, DIRECTOR
Tomado de Logros y Metas N° 418
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