Es usual que se nombre a los dirigentes más destacados o con pergaminos para conformar la jefatura scout nacional y sobre todo sean ejemplo de valores y principios.
La autoridad es algo que un dirigente tiene que ganarse por sí mismo. No es algo que venga con el cargo. Lo único que está implícito en la función es el derecho a mandar, a dar órdenes, a fijar determinadas normas o acciones, a disciplinar e incluso a separar a dirigentes cuyo desempeño no sea satisfactorio u observado.
Escalar posiciones en el Movimiento Scout es la lógica aspiración de todos los que pertenecen en la institución, por humilde que sea el cargo que ocupen, aunque no existe puesto modesto, todos son valiosos e indispensables. La satisfacción de quien lo logra es aún mayor cuando el avance significa no solo para su vanidad sino para todos los involucrados al desempeñar un cargo directivo.
Una cuestión importante que deben entender, los que asumen un cargo trascendente, es que amistad no tiene por qué influir en sus decisiones o que hayan sido impuestas, deben estar por encima de sus sentimientos personales o impuestas acerca de sus asistentes, y adoptar, en consecuencia posición acorde a la política o vida institucional.
Es muy curioso que la actual jefatura está integrada por dos personas que fueron disidentes de la ASP y una persona que ha sido cuestionada como líder. ¿Será una nueva forma de hacer gestión?
Ellos formaron parte de otra asociación, de una asociación paralela a la Asociación de Scouts Peruanos, y no supieron ser leales a esa institución a la que pertenecieron y la dejaron sucumbir o desaparecer.
La otra persona fue jefe de grupo de Lince 40. El Señor Párroco se vio obligado a retirar el patrocinio del Grupo, después de 49 años de fundado, por conducta nada edificante para con los muchachos y muchachas.
La jefe scout nacional parece que desconoce las funciones de un líder positivo, para ocupar esa ubicación primero debe ser ejemplo de persona y ser respetado por sus propios scouts.
¿Qué se puede esperar de esas personas para estar al frente de un Movimiento que educa y forma a los chicos y chicas?.
La pregunta que se deben estar haciendo ¿Tiene autoridad moral y ética para conformar una jefatura nacional?
¿Conoce ella las cualidades que debe tener un jefe?
¡Qué pena! Parece que la ASP carece de líderes que se han visto la necesidad de recurrir a tres personas sin el nivel que, un buen jefe nacional, no los tomaría.
Tenemos entendido que el anterior jefe scout renunció en noviembre de 2013 y, en todo este período, no pudieron encontrar quien lo reemplazara.
Daniel O. Tagata
Tomado de Logros y Metas Nº 687
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