César Orrego Calderón Podemos calificar así a lo que, ya fueron, los veinte mil metros cuadrados de terreno que con tanto esfuerzo, dolor y lágrimas, se pudieron conseguir, en esos buenos tiempos, para una institución juvenil que, en esos momentos, era la esperanza del pueblo lambayecano, del Perú y del mundo.
Los Veinte Mil Metros Cuadrados se consiguieron, gracias a la generosidad de una familia respetada y querida por todos los chiclayanos, nos referimos a la Familia Zoeger-Navarro, quienes donaron Diez Mil Metros Cuadrados a la institución juvenil de sus amores; los otros diez Mil Metros Cuadrados fueron donados por el recordado y querido Padre Juan E. Tomis Stack que, sin ser chiclayano, apostó, vivió, se sacrificó y murió por ver a una niñez y juventud chiclayana, sana, fuerte, vigorosa, y que crezcan con auténticos valores.
Hoy nos preguntamos ¿Para qué sirvió tanto esfuerzo, tanta generosidad, tanto desprendimiento? ¿Dónde están los actuales dirigentes de los scouts para defender los intereses de la niñez y juventud del país? ¿A caso la institución juvenil más importante del país, dejó de serlo?
Triste y desesperante es el destino de éstos Veinte Mil Metros Cuadrados de terreno si es que, en estos momentos, no se levantan hombres convencidos que se tiene que hacer algo para defender una propiedad que legalmente es propia, y no es justo que las ilusiones y esperanzas de muchas familias chiclayanas que vieron nacer y apostar por un lugar que serviría para sus actividades propias de la niñez y juventud del país.
Cuánta falta hace el Señor Francisco Pezo Panduro, cofundador del Escultismo Lambayecano con el Padre Juan Tomis, en estos precisos momentos para defender los intereses de la niñez y juventud.
Recuerdo muy bien que Francisco, al frente del Escultismo Lambayecana, cuidaba a milímetro cada propiedad que ere adquirida por la familia scout, como debe ser. Cada centavo que se adquiría con el esfuerzo de todos los chiclayanos, eran, sin duda, cuidados y guardados bajo mil llaves, porque eran fruto de muchas horas de trabajo, de entrega, de esfuerzo, y eran, para el objetivo al cual se había realizado tal o cual actividad. Lamentablemente Francisco ya no se encuentra entre nosotros, de haber estado, la historia sería otra.
Daniel Oscar Tagata y el suscrito aún nos encontramos vivos y conocemos muy bien cómo se adquirió la indicada propiedad y cómo se iba levantando el proyecto para que poco a poco se haga realidad, sin embargo a éstas alturas de la vida, los dos nos encontramos al otro lado de la trinchera mirando cómo el barco se va hundiendo poco a poco, sin que nadie haga algo por salvarlo. Aún así, la nostalgia es grande, la desesperación al ver la indiferencia de los que sí tienen que poner la mano y defender lo propio, no lo hacen, nos hemos visto obligados a levantar nuestra voz de protesta y hacer las coordinaciones del caso, para que, el indicado terreno no sufra el epílogo “aquí se iba a levantar el Centro de Adiestramiento Scout”.
El Grupo “Acuario” posesionado ilegalmente en el terreno de los scouts de Chiclayo, es un grupo de mucho poder que, a éstas alturas del problema, se necesita del apoyo de profesionales de primer nivel para defender lo nuestro, y el Escultismo Peruano lo tiene por su larga trayectoria. Sin embargo nos preguntamos ¿Dónde están? Es el momento para mover cielo y tierra, no es justo que el cariño, la generosidad, el sacrificio, de mucha gente chiclayana, al final sea un triste recuerdo.
Daniel Oscar Tagata sigue moviendo sus buenos contactos y esperemos, con mucha fe y esperanza, tener buenos resultados, no todo está perdido si es que de verdad hemos estado en la institución para servir y no ser servidos.
César Orrego Calderón, Director
Tomado de Logros y Metas Nº 582
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